Muchas veces me dijeron, me avisaron, me advirtieron que lo mejor para mi era estar lejos tuyo. Pero lo único que sentia cuando estabamos juntos era felicidad. ¿Qué persona resignaría ese sentimiento?. Siempre supe como iba a terminar esto, aunque lo negué mil veces. En el fondo todos sabiamos que me iba a doler muchisimo, que ahora no hay forma de arreglarlo porque asi es como sos, esto es lo que sentis y nadie puede cambiarlo. Definitivamente ella siempre va a significar muchisimo para vos, nunca voy a ser capaz de hacerte feliz de esa forma, nunca voy a lograr que sientas por mi lo que sentis por ella. Siempre tuve presente eso, porque te conoci por mucho tiempo antes de sentir lo que siento hoy. Igualmente tomé el riesgo confiando en que si sabia como eras en el amor no iba a dejarte entrar en mi corazón, y a ciegas tu cariño se adueñó de cada parte de mi hasta que llegamos al punto donde tiramos por la borda todo lo que tuvimos. Y si ahora hay lágrimas en mis ojos es porque de cierta forma pareciera que lo busqué, porque podría haberlo evitado pero no lo hice a tiempo. Y nadie más, ni vos, ni ella, nadie más tiene la culpa, nadie más que yo. No hay vuelta atrás a estas alturas. Ahora tengo que ser fuerte y soportar las consecuencias de mis propios errores que fueron los que me arrastraron hasta acá. Armarme de valor para decir basta a esto que me hace mal. Tengo que cerrar este capitulo en mi vida de una vez por todas de verdad, dejarte atrás porque las pocas sonrisas que dibujó mi boca este tiempo no se comparan con las miles de gotas que derramaron mis ojos. Quizás en un futuro encontraré la forma de aunque sea recuperar un abrazo, una palabra, un segundo de tu amistad que me hizo tan feliz en algún momento, cuando ya haya aprendido que esa persona que fue mi amigo nunca va a ser el hombre que necesito en mi vida. Tenías un solo papel en mi historia y confundirlo cambió el final. Demás está decir que te amo y que va a seguir siendo así, porque equivocar los roles no va alterar lo que siempre sentí por vos. Lo único que me queda por decir es que deseo que encuentres la felicidad que no alcancé a darte, ojalá sepas que siempre voy a estar presente en tu corazón como vos en el mío por todo lo que significaste para mi. Gracias por darme momentos inolvidables y por hacerme creer que valgo la pena. Dejo latentes las esperanzas de encontrarte más adelante para que retomemos nuestra vieja pero indicada relación. Y que esto no sea una despedida sino un hasta siempre.
Verona.