Mi vida se siente un colador estos días. De toda la gente que entró, mas de la mayoría que crei se iban a mantener aferrados entre los alambrecitos, cayeron a la nada. Amigos son los que quedan, entre otros que estan a punto de caer, pero ya se resbalan. Amigos, muy pocos por cierto, pero se hicieron fuertes gracias al amor, comprensión y sinceridad. Al fin se aclaran las cosas. Al fin me quedo con lo que de verdad vale.
Verona.