Qué difícil se me hace creer lo que fuimos antes de que arruináramos todo lo que teníamos. Qué difícil es recordar todas las veces que dijiste "Te amo", "Estoy acá para vos", "Siempre me vas a tener". Extraño que seas mi amigo. Extraño los momentos en los que nos confiábamos todo. ¿Por qué tomamos el riesgo de dar un paso mas si los dos sabíamos que no iba a haber vuelta atrás? Nuestra hermosa amistad ya quedó en el pasado y nunca se va a reconstruir. No existe forma de que recompongamos lo que destruimos. Y aunque nadie me crea cuando les digo que te importo, lo afirmo cada vez que te miro a los ojos y veo, bien profundo, esa mirada con la cual me observabas en los viejos tiempos. Sé, más que nadie, que si fuera por vos nunca me hubieras lastimado. Las cosas se dieron así pero los dos sabíamos a lo que nos arriesgábamos. "¿Querés que te enamore?"... esa forma rara de jugar que teníamos, esa pregunta que me hiciste sigue dandome vueltas en la cabeza, el secreto es que para cuando me lo preguntaste, era tarde porque ya lo habías hecho. Alguien salió perdiendo y esa fui yo. Pero, en silencio, todavía me cuidas, solamente porque queres ver a tu vieja amiga feliz. Tantas cabos sueltos nos quedaron a los dos... palabras, miradas, abrazos, pero más que nada explicaciones. Cuentas pendientes para el futuro. El presente es complicado. Y si hablamos del pasado, exactamente un año atrás lo único que quería en este momento era abrazarte. "...que pases un día hermoso porque te lo merecés, te amo". Es duro afrontarlo. Se nos fue de las manos. Simplemente, tenía que pasar. Que seas muy feliz, eso ante todo. Feliz cumpleaños.
Verona.
2/11/2011