Tu voz pronuncia mi nombre y hace un eco en mi alma. Mucho tiempo sin escucharlo, mucho tiempo sin que mis oídos se deleiten con esa hermosa música que provocas. Y ahí estamos. Riéndonos entre amigos. Nos miramos a los ojos y los demás nos observan esperando esa magia, ese chispazo que hace que todo desaparezca y que solo nosotros dos nos quedemos ahí, mirándonos fijo y sonriendo, contemplando nuestros ojos que extrañaban ese resplandor. Ese brillo que le damos a nuestros ojos marrones, ese brillo que solo aparece entre nosotros... En un suspiro ya estas al lado mio, agarrando mi mano. Te dejo jugar con mis dedos, dejo que me acaricies y que tu perfume llene mis pulmones. Me refugio en tu cuello, ya no siento el frío del invierno cuando estas conmigo. Quiero que este momento sea eterno, quiero detener el tiempo, que te quedes conmigo y nunca me sueltes, nunca me dejes de cuidar, nunca dejes de hablarme al oído llenándome de vos. Dejo que cada milésima de segundo juntos se grabe en mi memoria para siempre... porque no sé cuando volveremos a estar tan cerca, no sé cuando voy a sentir tu piel rozar la mía una vez mas, no sé cuando tu voz me llamará de nuevo.
Verona.